Flores. Paradigma de la belleza. Nos atrae su forma, su olor, su color, su simetría...
¿Y por qué nos atraen si, en realidad, ellas no se vistieron, ni se perfumaron, para nosotros? No: si se pusieron sus mejores galas y se perfumaron con el aroma más delicioso..., fue en honor a los insectos.
Lo de las flores es una historia de amor, pero no hacia nosotros, sino hacia esas abejas (o mariposas, o pulgones) que liban de ellas y que, al hacerlo llevan adherido a sus patas los granos de polen de unas flores a otras: para así, involuntariamente, fecundarlas.
Está bien que disfrutemos de la forma, del colorido, del olor de las flores, pero sin olvidar que en esta historia de amor que se vive en la naturaleza, nosotros -los humanos- somos unos intrusos.
¿Y por qué nos atraen si, en realidad, ellas no se vistieron, ni se perfumaron, para nosotros? No: si se pusieron sus mejores galas y se perfumaron con el aroma más delicioso..., fue en honor a los insectos.
Lo de las flores es una historia de amor, pero no hacia nosotros, sino hacia esas abejas (o mariposas, o pulgones) que liban de ellas y que, al hacerlo llevan adherido a sus patas los granos de polen de unas flores a otras: para así, involuntariamente, fecundarlas.
Está bien que disfrutemos de la forma, del colorido, del olor de las flores, pero sin olvidar que en esta historia de amor que se vive en la naturaleza, nosotros -los humanos- somos unos intrusos.
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2 comentarios:
Flores. Paradigma de la belleza. Nos atrae su forma, su olor, su color, su simetría...
¿Y por qué nos atraen si, en realidad, ellas no se vistieron, ni se perfumaron, para nosotros? No: si se pusieron sus mejores galas y se perfumaron con el aroma más delicioso..., fue en honor a los insectos.
Lo de las flores es una historia de amor, pero no hacia nosotros, sino hacia esas abejas (o mariposas, o pulgones) que liban de ellas y que, al hacerlo llevan adherido a sus patas los granos de polen de unas flores a otras: para así, involuntariamente, fecundarlas.
Está bien que disfrutemos de la forma, del colorido, del olor de las flores, pero sin olvidar que en esta historia de amor que se vive en la naturaleza, nosotros -los humanos- somos unos intrusos.
Me llevo tu relato.
No te sorprenda, que un día de estos encuentres más de un relato colgado en mi blog.
Gracias por compartir tus escritos. Me alegra mucho que me visites.
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